Siempre fue difícil ser Harry Potter y no es mucho más fácil ahora que es un empleado, con exceso de trabajo, del Ministerio de Magia, un marido y padre de tres niños en edad escolar. Mientras Harry se enfrenta con un pasado que se niega a permanecer donde pertenece, su hijo menor, Albus, debe luchar con el peso de una herencia familiar que nunca quiso. Como el pasado y el presente se fusionan ominosamente, padre e hijo descubrirán una verdad incómoda: a veces, la oscuridad viene de lugares inesperados.
Me
lo leí en una tarde, creo que con eso digo todo. Al principio me pareció aburrido, por el tema que es una obra de teatro y no un libro normal y
corriente. Me costaba leer así, pero luego me enganche tantísimo a la historia,
que en un abrir y cerrar de ojos me leí el libro.
La
historia sigue, donde termino la película Las
Reliquias de la muerte donde vemos a Harry despedirse de
Albus. Durante el viaje, en el expreso a Hogwarts, Rose (hija de
Hermione con Ron) y Albus conocen a Scorpius (hijo de Draco Malfoy) y Albus
decide que él podría convertiste en su mejor amigo. Rose no está feliz con esa
decisión debido a unos rumores oscuros que giran en torno a Scorpius. Me
gusto muchísimo, ver la historia en parte a Harry,
Hermione, Ron, en adultos. Tramas familiares, y un niño llamado
Albus, que le pesa demasiado el apellido Potter. El lo único que quiere es no
ser distinto, no quiere defraudar a su padre, y quiere brillar por si solo.
Vamos, algo comparado con que la mitad de nosotros hemos querido ser siempre,
algo único y que podamos decir lo hemos conseguido nosotros mismos, no por
quien es mi padre.
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